4/06/2014

Diario de una novela. Rotulador rojo.


Los folios que voy escribiendo son una primera escritura, ya llegará el momento final de corregir la novela entera. No obstante, a veces no consigo reprimir el impulso de leer algo escrito días antes. Resulta difícil leer porque lo que me gusta en la primera lectura, en la relectura no me gusta. Igual que cuando he acabado el folio tal o cual y me parece que he hecho un trabajo aceptable, cuando lo he dejado un tiempo en reposo y vuelvo a leerlo me entran ganas de tirarlo a la papelera de reciclaje. Es la gran dicotomía del escritor. ¿Cuándo dar por bueno un texto?
Es algo sistemático, cuando cojo algo escrito por mí el rotulador rojo de punta fina también me acompaña. Me gusta marcar lo que veo extraño en el texto, lo que no me gusta, hacerle llaves, flechas, subrayados, anotaciones al margen, al pie de página... Cuando he acabado de leer un texto, queda muy poco del original. Supone un trabajo nuevo y no me atrevo a calificar si más o menos interesante que escribir la primera versión, pero sí que me provoca cierto optimismo el ver cómo los trazos señalados por el rotulador rojo significan una revolución en el texto y, por lo tanto, una mejora explicita en él.
© Miguel Urda. Texto

Foto. Google

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho esa reflexión tuya sobre los rotuladores rojos, sobre todo cuando ya nadie escribe en papel sino en teclado. Yo asocio el rotulador rojo con las correcciones que hacían los profes cuando éramos pequeños, verdad?
No te pases mucho, Miguel!
un abrazo
Woyzeck

Pablo Vázquez Pérez dijo...

Pues a la pregunta que lanzas no sé responder bien, pero si se publica, será ese el momento en que no habrá más correcciones. Es complicado porque y o leo cosas que escribí y colgué en otros blogs o hace años y todavía las corregiría. Pero hay que dar carpetazo en algún momento.
Salvo que consigas una novela millonaria y puedas hacer como George Lucas con su Guerra de las galaxias, siete remontajes distintos de la peli. Bueno, se me va la pinza.