6/26/2014

Diario de una novela. Joaquín Sabina.



Por cuestiones personales llevo unos cuantos días sin poder tocar la novela, es decir, ponerme en el ordenador a teclear, revisar, mirar hacia donde voy... aunque inconscientemente siempre he tenido ese martilleo en la cabeza: la novela, la novela, la novela... Hoy, por fin, he podido sentarme a escribir con total dedicación. Ha sido difícil retomar el hilo. Aunque tengo en la cabeza cada línea, cada párrafo, cada capítulo, he vuelto a leer todo para que comprobar que el hilo conductor es el correcto. He visto mil cosas que quería suprimir, rectificar, ampliar... pero este no es el momento de hacerlo, eso vendrá en el tiempo dedicado a la reescritura y corrección. Conseguir que los dedos no se fuesen a otro lado ha requerido de esfuerzo y que la cabeza estuviese en lo que tenía que estar. Conforme escribo estas líneas me viene a la mente la canción de Joaquin Sabina 19 días y 500 noches. ¿Cuántos días son necesarios para coger el hábito de escribir y cuántos para perderlo? Sabina es sabio. Muy sabio, pero no puedo dejar de escribir.
© Miguel Urda. Texto
Foto. Google


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