7/01/2014

Diario de una novela. Preguntas.


Estamos a uno de julio y ayer acabó el primer plazo de mi programa de trabajo, es decir, escribir la novela. Ya tengo el borrador finalizado. Me ha costado terminarlo, pero acabado está. Ahora viene la segunda parte, reescribir y corregir.
Uno de julio y todo lo que tengo hasta este momento son preguntas. ¿Cómo está el proyecto? ¿He conseguido lo que me propuse? ¿Cuál es el resultado? ¿Estoy satisfecho?... Preguntas que de momento no tienen respuesta.
He analizado lo escrito y me surgen contradicciones sobre mi trabajo. Y acudo al refrán "no hay mal sastre que reconozca su paño". ¿Por qué no me gusta lo que he escrito? ¿Por ser inconformista? Cuando he leído la novela de un tirón he visto cosas que quiero cambiar. Al terminar me he preguntado si era la novela que yo quería escribir y francamente no tengo respuesta para ello. En el proceso de creación son muchos los momentos de duda, sobre que camino coger, que hacer con un personaje o con una acción. Uno lo hace por la vertiente que cree más correcta, pero ¿qué pasa cuando la novela está terminada? Surgen dudas sobre si lo que has descartado no estaría mejor que lo que has mantenido, si no se adecuaría mejor al personaje... cosas que van asentándose en esa duda eterna que el escritor inconformista tiene.
La novela esta acabada. En bruto, ahora tengo quince días para llevarla a la forma neta, a dejarla lista para el dictamen del tutor del Máster.
© Miguel Urda. Texto
Foto. Google



1 comentario:

Pablo Vázquez Pérez dijo...

Hola Miguel.
LO primero que te digo FELICIDADES por el borrador.
Lo segundo es que si ya somos críticos con un cuento o un microrrelato, si ya le vemos los fallos a algo tan corto cuando lo escribimos, ¿cómo no vas a tener dudas de tu novela que es más intensa y evidentemente larga?
Al menos busca si están las motivaciones qu ete llevaron a escribir esa/s historia/s, que seguro que las tienes ahí.
Un abrazo y que vaya bien el 14 de julio.