8/28/2009

Había querido...

Nuestras vidas están hechos de cambios que a veces no podemos dominar. Hoy había querido desaparecer, pero... no tenía donde ir.

Miguel


8/19/2009

Buenos propósitos

En el momento de escribir estas líneas llevamos del año siete meses, dos semanas y cinco días….y vamos cuesta abajo y sin frenos para que finalice el año. Si, si, como leen. Ya no queda nada para que acabe el año. ¿No me creen? Verán, estamos en la segunda quincena de agosto y la fecha de caducidad de los yogurts que ayer compré me indican que septiembre está a la vuelta de la esquina, lo cual supone un gasto extra al volver los niños al cole y de paso retomamos la rutina diaria.
Cuando nos vamos acostumbrando a ella, llega, justo con los primeros jerséis de manga larga, el puente del Pilar en el mes de octubre, lo que lleva a salir a pasear por las calles y de refilón observamos cómo en la tienda de los chinos ya pueden encontrarse objetos de Navidad. Días después llega el Puente de Todos los Santos, el uno de Noviembre, y aprovecha la famil
ia para ir al centro comercial a comprar el marisco, besugo, solomillos y algún que otro regalo para los Reyes como adelanto a la Navidad, antes que suban de precio.
Sin apenas darnos cuenta llega el megapuente de La Constitución y la Inmaculada, y la tradición nos dice que hay que colocar el Nacimiento y Árbol el día ocho de diciembre, como paso previo a la Navidad que llega pocos días después, pues ya nos hemos familiarizado con las luces de Navidad que adornan las calles y quién más y quién menos ya ha pensado en el menú de Nochebuena, dónde las va a pasar y con quién.
Después de estos días todos vivimos soñando en si nos tocará la lotería y que los niños vuelven a estar en casa otra vez, lo cual indica que… LA NAVIDAD esta en puertas. ¿Y que significa la Navidad, además de ver a familia, coger kilos? Que el nuevo año esta a punto de llegar.
¿Alguien me rebate que no es cierto lo que digo?
Pero retomando el hilo de lo que quería decir al comienzo de estas líneas, ¿se acuerda alguien de los buenos propósitos que nos hicimos cuando comenzó este año? Quién no tenía intención de aprender ingles; de mañana no pasa que me apunte al gimnasio; este año voy a ser menos derrochador;… Si nos ponemos a pensar nos daremos cuenta que todos nuestros propósitos cayeron muy pronto al saco del olvido ¿Cuánto tiempo nos duraron nuestras buenas intenciones? ¿Un mes, una semana, un día? Ahora comenzamos el curso escolar y septiembre es un mes idóneo para hacer nuevos propósitos y proyectos, que retomaremos en Enero si no los pudimos llevar a cabo en dicho mes.
Por lo que yo me hago una pregunta: ¿Qué nos queda de aquellos buenos propósitos?
Miguel

8/01/2009

Algo para el verano.

En alguna entrada antigua dije que volcaría un comentario sobre uno de mis libros favoritos o novelas de cabecera. Aquí esta, un poco tarde, pero siempre viene bien una recomendación y más para esta época estival. Espero que os anime a leerla.


Nubosidad Variable - Carmen Martín Gaite-.

Esta novela narra el reencuentro de dos amigas, de la infancia y adolescencia, Sofía Montalvo y Mariana León después de mucho tiempo de ausencia. El encuentro de ambas protagonistas, de forma casual en la exposición de pintura de un amigo común, es el punto de partida de una “explosión” literaria por parte de las dos mujeres donde expresarán sus sentimientos, estados actuales, hechos pasados… Y podría decirse que retoman la amistad para rellenar un hueco existencial que ocupa el presente.


Sofía es un ama de casa tradicional, ahogada en su vida y rutina familiar, anclada en el pasado, que cumplió el papel de madre con tres hijos, pero estos vuelan a su propio ritmo. Su marido es un añadido al matrimonio, donde se agotó la pasión bien pronto. A pesar de tener una vida interior rica y sin desarrollar, no es feliz y, de forma progresiva, ha ido llegando a un estado de desencanto y desilusión.


Mariana, psiquiatra de profesión, no tiene pareja ni hijos, vive en un presente desorientado que le impide ver dónde se encuentra y busca el porqué de ese desequilibrio emocional, que oculta a los pacientes, pero que se desboca y desborda en la intimidad de su soledad.

Las protagonistas tienen una lucha interior propia, provocada por la situación donde se encuentran, un presente descolocado y donde intentan buscar un apoyo para salir de ese momento. Ambas mujeres toman a la literatura como punto de partida para resolver el momento actual y disfrutar del asentamiento del pasado. Puede decirse que tanto Sofía como Mariana escriben para un destinatario, pero en realidad es para sí mismas: son deberes impuestos por ambas que les sirven de autoayuda.

Mariana le encarga a Sofía que comience a escribir, a lo que ella obedece sin rechistar y de forma gustosa. Comienza a hacerlo en un cuaderno, y a partir de ahí empieza una serie de hechos que motivan al lector a no apartar lo ojos de la lectura. La narración que no tiene un hilo propiamente establecido, sino únicamente las ganas de escribir y de contar, cuya única finalidad es descargar todo lo que lleva en su interior. En un principio parece que comienza a escribir tomando la forma epistolar, pero no toma tal forma y se aproxima más al diario, pero tampoco se amolda a esta forma concretamente. Mientras que Mariana adopta la forma epistolar. Aunque únicamente envía una carta por correo, las demás las escribe para entregarlas en mano a la destinataria.

Desde que ocurre el encuentro fortuito hasta el final de la novela el periodo de tiempo es prácticamente de un mes, -desde finales de abril hasta finales de mayo- muy poco para desarrollar una multitud de acontecimientos del pasado y presente que ambas en “sus deberes escritos” desarrollan. La autora conjuga magistralmente el uso del tiempo en ambas protagonistas, alterna hechos del presente con hilaciones al pasado, sin salir de la historia principal. Los saltos al pasado no tienen un orden cronológico. Las protagonistas tienen tanto por contar que las desborda, las obliga, de forma consentida, a escribir sin dilación alguna, las llena de ilusión, saben que todo lo que escriben pronto tendrá un significado, un sentido. No escriben a la deriva.

A nivel narrativo, comentaré que la autora desarrolla la obra en primera persona la voz del narrador, excepto en el final donde cambia la voz narrativa para usar la tercera persona. Coloca a un personaje ajeno o secundario a la trama principal para contar lo que ocurre. Una buena solución para un final muy abierto a las conclusiones que cada uno pueda extraer.

Miguel

7/22/2009

RELATOS EN BLANCO

Cómo ejercicios literarios una amiga me propone un párrafo a continuar, palabras para formar una historia, un texto para opinar... En esta ocasión es así, ella me ha dado cinco palabras -las que están en negrita- y yo he desarrollado este texto. ¿Qué os parece?




Sarampión, gripe A, plagas, corrupción… ¡Dios cómo estaba el periódico! , no se podía leer ni con una ebriedad de grado máximo. Por más páginas que pasaba todas de lo mismo. Intento buscar una palabra suave para calificar el diario pero el eufemismo más delicado que encontró fue: basura. Casi se planteó que era mejor dejar de comprar el periódico diario, solo sería cuestión de acostumbrarse a no tenerlo, aunque ya lo había intentado alguna vez, pero para él esa rutina diaria adquirida hace mucho tiempo era como una droga: pasar las hojas con el olor a tinta aún fresca acompañado de un café en el bar de toda la vida, saborear los titulares, las noticias sin resaltar… A través de él había vivido muchas cosas: el cambio de régimen político, de gobiernos. No le gustó mucho cuando cambiaron la cabecera, pero se acostumbró en seguida a ella… sin embargo últimamente estaba perdiendo la ilusión por la prensa escrita; había tomado mucha relevancia el sensacionalismo, la noticia amarilla… La única página que le hacía retomar el interés, era la página dedicada al relato, y que tenía por nombre “relatos en blanco” en ella los lectores podían escribir un cuento, un relato, no muy extenso. Se había publicado en esta sección verdaderas joyas literarias del relato corto e incluso algún autor había comenzado su andadura profesional por aquí. Ese día el relato tenía un nombre extraño, lo cual le provocó una curiosidad más incipiente “serendipia sin final”. Comenzó a leer…

Miguel

7/19/2009

PARECE QUE FUE AYER



Caminaba por la calle atrapada entre la prisa de la gran ciudad y el sonido de la canción que sonaba desde el interior de un coche, a un nivel alto, inmerso en un atasco. Comenzó a caminar más lentamente y tararear la letra. Era increíble lo frágil que podía resultar el recuerdo para salir a flote cuando algo le hiciese revivirlo. Y le extrañó que alguien la fuese escuchando, cuando no fue una canción comercial ni número uno de los cuarenta principales o programas similares, además ya tenía unos cuantos años.


“Parece que fue ayer
cuando nos vimos.
Parece que fue ayer cuando nos conocimos.
La lluvia ya borró de nuestros labios
esa loca pasión de aquellos años.”


La canción y el chico llegaron a la par y por casualidad a su vida. Y ya se sabe lo que tienen los comienzos del amor: palabras bonitas, proyectos, encuentros locos, horas de teléfono… Él supuso todo para ella. Ella se entregó a él por completo. Conocerle “fue como despertar de un raro sueño”, aunque sabía que en el amor una parte se entrega más que otra.


“parece que fue ayer cuando nos vimos.
Parece que fue ayer cuando nos conocimos.
Tu mundo en mi jardín se hizo pequeño.
Fue como despertar de un raro sueño.

Y hubo un día, amor, que di todo por ti:
por tus besos, tu aroma, tu forma de sentir.
Y hoy me cuesta aceptar que todo terminó.
Parece que fue ayer cuando nos vimos.”


¡Cuánta verdad dice esa canción! Cómo se transforma el amor. Era consciente de que en la vida todo tiene un principio y un final; incluso el amor tiene fin, provocando un mayor o menor daño.


“No te puedo negar que me hizo daño.
Soñamos para luego despertarnos.
De pronto, formas parte de un pasado,
al mismo tiempo dulce, pero amargo.

Nunca imaginé
que te podría perder.
Nunca te olvidaré.
Parece que fue ayer
cuando nos vimos.
Parece que fue ayer cuando nos conocimos
Parece que fue ayer que tanto nos quisimos”.




Aceptar que todo había acabado no fue lo que más daño le provocó.

Y hoy ya forma parte del ayer, de un ayer donde tanto lo quiso y donde la letra de una canción marcó el guión de una relación. Porque lo que más le dolió fue que él no fuese capaz de afrontar los hechos:
su cobardía.


Nota: ‘’Parece que fue ayer’’ es una canción que pertenece al álbum Contigo me voy, de Rosario Flores.
Miguel

7/16/2009

Madrugada Local.


Le puso las esposas y la ató al cabecero de la cama. Con la pistola le apuntó en la sien, despacio, lentamente, le fue pasando la pistola por la cara hasta colocarle el cañón en la boca a la vez le decía palabras duras: ¡Qué puta eres! ¡Te vas a enterar! ¡Lo que has hecho no tiene perdón!...
En los ojos de ella el miedo era latente.
-Por favor, por favor, déjame yo no he hecho nada. No he hecho nada.
El comprobó que la pistola estuviese cargada.
-¡Puta! ¡Eres una puta! Me la vas a pagar. Con un gesto brusco, le abrió la camisa y dejo al descubierto un sujetador negro que trasparentaban unos pezones muy apetitosos. Le pasó la pistola por los pechos, primero por el izquierdo, después por el derecho, volvió al centro. Introdujo el cañón de la pistola entre el sujetador y la piel y tiró para él, soltando el sujetador y dejando al aire los pechos
- ¡Puta! Eres una putita barata.


¡Dios, cómo me ponen de cachondo las películas porno que echan de madrugada en el canal local!


Miguel

7/04/2009

Hay veces que...

Que complejo son los problemas ¿no? ¡Cuantas vueltas le damos! Cómo nos bloquea la mente, nos desconcentra de nuestras tareas diarias, no nos deja dormir. Lo analizamos por activa y por pasiva, de derecha al revés, de tantas formas que no es posible verle o encontrarle solución alguna. Y es que a veces somos nosotros quienes nos obcecamos con ello que somos quienes lo agrandamos o lo empequeñecemos. Desde dentro las cosas tienen un cariz diferente a lo visto desde fuera, pero hay veces que pensamos tanto que complicamos las cosas, por ello aquí os dejo un cuento zen que probablemente nos ayudara a tener una visión diferente de los problemas para poder resolverlos.

"Erase una vez un emperador que quería escoger como primer ministro al más sabio, al más avisado de sus súbditos. Tras una serie de pruebas difíciles, sólo quedaron en liza tres competidores:
“He aquí el último obstáculo, el último reto –les dijo-. Estaréis encerrados en una habitación. La puerta estará provista de una cerradura complicada y sólida. El primero que consiga salir será el elegido”.
Dos de los postulantes, que eran muy sabios, se sumergieron inmediatamente en arduos cálculos. Alineaban columnas de cifras, trazaban esquemas embrollados, diagramas herméticos. De vez en cuando se levantaban, examinaban la cerradura con aire pensativo y volvían a sus trabajos con un suspiro.
El tercero, sentado en una silla, no hacia nada. Meditaba. De repente, se levantó, fue hacia la puerta y giró la manilla: la puerta se abrió y él salió".